VOLCOM

VOLCOM

HISTORIA

Durante las fuertes nevadas de marzo de 1991 en Estados Unidos, Richard Woolcott y Tucker Hall salieron de viaje para hacer snowboard, un viaje que cambiaría sus vidas para siempre. Tucker acababa de perder su empleo, pero esto no le impidió en lo más mínimo hacer su tradicional visita a Nathan Fletcher y Mark Gabriel en Tahoe, California. Después de cuatro días de snowboard en nieve polvo, Richad llamó a la empresa donde trabajaba para prolongar su permiso con el pretexto de que había nevado demasiado. Durante más de una semana, se despertaron todas las mañanas con casi un metro de nieve fresca. De esta primera experiencia real del snowboard en nieve polvo nació una pasión que no los abandonaría nunca.

Dos semanas más tarde, Richard abandonó su trabajo para dedicarle más tiempo al snowboard. Durante el viaje a Tahoe, Richard y Tucker también se habían planteado crear una empresa de confección, pero finalmente no concretaron nada. Una vez llegada la primavera, ambos tuvieron la idea de crear una marca dedicada a sus tres deportes de deslizamiento predilectos: el snowboard, el skateboard y el surf. La aportación inicial de 5.000 dólares del padre de Richard les permitió poner en marcha este proyecto. Primero encontraron el nombre, después el logotipo de la piedra preciosa… y así nació Volcom.

La filosofía de Volcom se inspira de una de las principales filosofías de aquellos tiempos «Youth Against Establishment» (la juventud en contra del sistema), una energía propicia para apoyar el pensamiento creativo de los jóvenes. Volcom nació de una familia de personas que quería liberarse de la opresión del sistema establecido. En ese entonces, el snowboard y el skateboard no estaban muy bien vistos; además, Estados Unidos estaba en plena recesión y afrontaba los disturbios en los Angeles y el estallido la Guerra del Golfo. Soplaban vientos de cambio.

Los dos primeros años, Richard y Tucker se dedicaron a recorrer el mundo con sus amigos para disfrutar de la aventura de «ridear» por doquier. En ese entonces, el aspecto empresarial no era un asunto prioritario. La sede de la marca se estableció en Newport Beach, en la habitación de Richard, y las ventas se organizaban en la habitación de Tucker en Huntington Beach. Ninguno de los dos tenía idea de cómo hacer ropa, pero eso no importaba. Era una cuestión de espíritu y creatividad. El primer año, las ventas de ropa apenas se elevaron a 2.600 dólares.

Desde aquellos alocados comienzos, Volcom Stone se ha ido implantando poco a poco en todo el mundo. La empresa ha madurado internamente, pero se mantiene fiel a la filosofía de sus inicios. Hoy en día, el pensamiento de Volcom se expresa a través del arte, la música, las películas, los atletas y la ropa.